El último capítulo de la tira, al igual que Resistiré y Montecristo, será emitido hoy desde un teatro
La dramática novela Vidas Robadas -que expone el flagelo de la trata de personas- terminará su ciclo hoy y, al igual que los grandes éxitos de ficción de las últimas temporadas, lo hará en un teatro con todas sus estrellas.
El lugar elegido por los responsables de la tira es el Teatro Opera, donde Facundo Arana, Soledad Silveyra, Juan Gil Navarro y Jorge Marrale compartirán el último capítulo junto a cientos de invitados.
El cierre de la historia que conmovió al país a lo largo de siete meses por llevar a la pantalla chica una problemática actual del país, como lo es la trata de personas, también podrá verse en la pantalla de Telefé a las 22.
La modalidad elegida para "el final" será la misma que eligieron los productores de las tiras Resistiré y Montecristo, protagonizadas por Pablo Echarri.
Del espectáculo también participará el músico David Bolzoni quien musicalizó Vidas Robadas, al igual que en los dramas protagonizados por Echarri.
UN DRAMA SOCIAL
La historia gira alrededor de Juliana Míguez (interpretada por Sofía Elliot), una joven de proveniente de un pueblo de ficción ubicado en la Provincia de Buenos Aires, llamado Río Manso, que es secuestrada por una red de trata de personas.
La trama fue construida sobre la base del caso "Marita Verón", una joven de la Provincia de Tucumán que fue secuestrada el 3 de abril del año 2002 a los 23 años, y de la cual en la actualidad aún se ignora su paradero.
Se presume que Verón habría sido secuestrada por tratantes de blancas para obligarla a ejercer la prostitución, y que podría haber sido trasladada forzosamente a la Provincia de La Rioja o sacada del país.
En la novela, los padres de juliana, Rosario Soler(Soledad Silveyra) y Juan Miguez (Patricio Contreras) hacen todo lo que esté a su alcance para encontrar y recuperar a su hija, y descubren que la policía está envuelta en las redes de prostitución.
El circuito de prostitución es manejado por el poderoso empresario Astor Monserrat (Jorge Marrale), que cubre su accionar con numerosas actividades legales de superficie, y su mano derecha Nicolás Duarte (Juan Gil Navarro).
Uno de los principales protagonistas es Bautista Amaya (Facundo Arana), un antropólogo que queda viudo al principio de la novela ya que Duarte atropella a su esposa con su auto y no se queda en el lugar a auxiliarla.
En forma casual Bautista comienza una relación con Ana Mónica Antonópulos), a quien rescata cuando queda atrapada en la montaña.
Ana es la hija de Astor, pero ignora por completo las actividades de su padre y, gracias a esa relación Bautista descubre que Duarte fue quien atropelló a su esposa y huyó, pero desconoce las conexiones entre Duarte y el padre de Ana.
En un principio las tramas de Bautista y de Rosario seguían desarrollos diferentes, hasta que Rosario entró en contacto con Bautista y le pidió su ayuda profesional.
A partir de ese momento, Bautista trabaja junto a Rosario en su fundación, en la búsqueda de Juliana.
Junto con Bautista se une el fiscal Fabio Pontevedra (Carlos Portaluppi), quien posee contactos en el ámbito judicial y busca, por todos los medios, develar el misterio que hay detrás de las redes de prostitución.
La novela logró captar la atención de millones de personas en todo el país y ahora esperan ansiosos el final para saber qué depara el destino de Juliana, la joven víctima.
La dramática novela Vidas Robadas -que expone el flagelo de la trata de personas- terminará su ciclo hoy y, al igual que los grandes éxitos de ficción de las últimas temporadas, lo hará en un teatro con todas sus estrellas.
El lugar elegido por los responsables de la tira es el Teatro Opera, donde Facundo Arana, Soledad Silveyra, Juan Gil Navarro y Jorge Marrale compartirán el último capítulo junto a cientos de invitados.
El cierre de la historia que conmovió al país a lo largo de siete meses por llevar a la pantalla chica una problemática actual del país, como lo es la trata de personas, también podrá verse en la pantalla de Telefé a las 22.
La modalidad elegida para "el final" será la misma que eligieron los productores de las tiras Resistiré y Montecristo, protagonizadas por Pablo Echarri.
Del espectáculo también participará el músico David Bolzoni quien musicalizó Vidas Robadas, al igual que en los dramas protagonizados por Echarri.
UN DRAMA SOCIAL
La historia gira alrededor de Juliana Míguez (interpretada por Sofía Elliot), una joven de proveniente de un pueblo de ficción ubicado en la Provincia de Buenos Aires, llamado Río Manso, que es secuestrada por una red de trata de personas.
La trama fue construida sobre la base del caso "Marita Verón", una joven de la Provincia de Tucumán que fue secuestrada el 3 de abril del año 2002 a los 23 años, y de la cual en la actualidad aún se ignora su paradero.
Se presume que Verón habría sido secuestrada por tratantes de blancas para obligarla a ejercer la prostitución, y que podría haber sido trasladada forzosamente a la Provincia de La Rioja o sacada del país.
En la novela, los padres de juliana, Rosario Soler(Soledad Silveyra) y Juan Miguez (Patricio Contreras) hacen todo lo que esté a su alcance para encontrar y recuperar a su hija, y descubren que la policía está envuelta en las redes de prostitución.
El circuito de prostitución es manejado por el poderoso empresario Astor Monserrat (Jorge Marrale), que cubre su accionar con numerosas actividades legales de superficie, y su mano derecha Nicolás Duarte (Juan Gil Navarro).
Uno de los principales protagonistas es Bautista Amaya (Facundo Arana), un antropólogo que queda viudo al principio de la novela ya que Duarte atropella a su esposa con su auto y no se queda en el lugar a auxiliarla.
En forma casual Bautista comienza una relación con Ana Mónica Antonópulos), a quien rescata cuando queda atrapada en la montaña.
Ana es la hija de Astor, pero ignora por completo las actividades de su padre y, gracias a esa relación Bautista descubre que Duarte fue quien atropelló a su esposa y huyó, pero desconoce las conexiones entre Duarte y el padre de Ana.
En un principio las tramas de Bautista y de Rosario seguían desarrollos diferentes, hasta que Rosario entró en contacto con Bautista y le pidió su ayuda profesional.
A partir de ese momento, Bautista trabaja junto a Rosario en su fundación, en la búsqueda de Juliana.
Junto con Bautista se une el fiscal Fabio Pontevedra (Carlos Portaluppi), quien posee contactos en el ámbito judicial y busca, por todos los medios, develar el misterio que hay detrás de las redes de prostitución.
La novela logró captar la atención de millones de personas en todo el país y ahora esperan ansiosos el final para saber qué depara el destino de Juliana, la joven víctima.
El Día.
Entradas
0 comentarios:
Publicar un comentario